Obviamente, en cuanto se calienta, queda como un caldo normal y corriente, líquido, dorado y apetecible. En qué puedes usar el caldo de pollo casero El caldo de pollo casero y reconfortante es excelente para preparar muchísimos platos, como un buen consomé o un caldo navideño, una sopa de fideos, añadiendo huevo cocido y opcionalmente una pechuga de pollo cocida y picada. También es genial para usarlo en muchísimas recetas de arroces o en guisos y estofados como el pollo guisado con salsa de avellanas entre otros muchos. Ya veréis cuántos usos vais a dar a este estupendo caldo, desgrasado y concentrado.
Sopas y cremas Te contamos en un momento cómo hacer caldo de pollo casero con muchísimo sabor que te servirá como base para sopas, salsas, cremas, arroces y guisos. 5 noviembre, 2019 13:33 Total: 20 min Comensales: - Olvídate ya de pastillas de sopicaldo industriales y de caldos de TetraBrick que cuestan un ojo de la cara, que hoy os vamos a enseñar cómo hacer caldo de pollo casero de una forma muy barata y sencilla y va a quedar tan rico como los caldos de nuestras abuelas. ¿El secreto? Muy sencillo. Lo vamos a hacer en una olla de cocción lenta o slow cooker tipo Crock-Pot de gran capacidad para que se cocine muy despacio y todos los ingredientes vayan desprendiendo poco a poco su sustancia y dejándola en nuestro caldo. Ingredientes Carcasas de pollo, 1 o 2 Contramuslos de pollo, 1 Zanahorias, 3 Cebolla, 1 Puerro, 1 Agua Paso 1 Pelamos la cebolla, la partimos en dos de manera que al separar los trozos veamos las circunferencias de las capas. Ponemos a calentar una plancha o sartén al fuego, colocamos las mitades de cebolla con la superficie recién cortada en contacto con la plancha y las dejamos dos o tres minutos a fuego vivo hasta que se tueste.